La definición de las altas capacidades desde la perspectiva de la neurobiología y los centros especializados en dotados de los Estados Unidos hace énfasis en la complejidad del perfil de los estudiantes con talentos extraordinarios. Estos estudiantes muestran un potencial excepcional en una o varias áreas intelectuales, creativas, artísticas o de liderazgo. Pueden sobresalir en disciplinas específicas como matemáticas, ciencias, tecnología, arte, música o deportes, comparados con sus pares en edad cronológica (National Association for Gifted Children, 2020).
El desarrollo de los estudiantes con altas capacidades suele ser asincrónico, lo que significa que hay una discrepancia entre su capacidad intelectual avanzada y su desarrollo emocional, físico y social. Esto puede generar desafíos emocionales y sociales, ya que sus habilidades cognitivas pueden superar la capacidad de adaptación de su edad cronológica. Esta asincronía puede llevar a dificultades en la integración con sus compañeros y en la gestión emocional, ya que a menudo no encuentran un equilibrio con su entorno (Gross, 2004; Silverman, 1993).
Dado este perfil, los estudiantes con altas capacidades requieren una intervención educativa diferenciada que les permita desarrollar su potencial plenamente, adaptando el currículo y ofreciendo apoyo psicológico y emocional adecuado. Las necesidades educativas de estos estudiantes deben ser abordadas de forma integral para fomentar su crecimiento y evitar el estancamiento o el malestar emocional. La intervención curricular debe enfocarse no solo en potenciar sus habilidades académicas, sino también en promover su bienestar social y emocional, asegurando que se sientan comprendidos y apoyados (Davis & Rimm, 2013).
La diferencias con los estudiantes con alto rendimiento escolar o desempeño sobresaliente es que estos pueden obtener excelentes calificaciones y destacar en sus estudios, pero su rendimiento no necesariamente refleja una capacidad intelectual excepcional. Estos estudiantes pueden tener una alta motivación y habilidades de trabajo, pero su desarrollo intelectual no muestra el mismo nivel de diferencia respecto a sus compañeros como en los casos de altas capacidades.
Primer reportaje de la fundación en marzo del 2015